Pese a años de esfuerzos diplomáticos y técnicos, Bolivia no forma parte de la traza oficial del Corredor Bioceánico Central, el megaproyecto logístico que busca conectar el Atlántico brasileño con los puertos del Pacífico chileno atravesando Paraguay y Argentina. Así lo han confirmado fuentes oficiales y reportes recientes desde los gobiernos de Brasil y Paraguay.
La noticia cayó como un baldazo de agua fría en el ámbito de la infraestructura regional. El corredor, que representa una de las apuestas más ambiciosas de integración física en Sudamérica, evita territorio boliviano y consolida una ruta más directa por el sur del continente.
¿Qué pasó?
La exclusión no es nueva, pero se ha vuelto más evidente tras la firma de los acuerdos de implementación y los avances en tramos clave, como:
- La pavimentación total de la Ruta PY-15 en Paraguay.
- La modernización de pasos fronterizos entre Argentina y Brasil.
- La consolidación del tramo Porto Murtinho – Carmelo Peralta – Mariscal Estigarribia – Tartagal – Jujuy – Antofagasta.
Autoridades técnicas señalan que la decisión se basó en criterios de eficiencia logística y política, debido a demoras internas en Bolivia y conflictos históricos por el acceso soberano al mar.
“Es una decisión geoestratégica. Paraguay logró posicionarse como eje del corredor y Bolivia no logró articular un plan logístico competitivo”, afirmó un exfuncionario del CAF consultado por Revista Andamio.
Reacción boliviana
Desde Cancillería y el Ministerio de Obras Públicas se ha lanzado una ofensiva diplomática para reinsertar a Bolivia en los corredores complementarios, apostando por rutas alternativas vía Yacuiba y Villazón. También se busca impulsar el puente internacional Guayaramerín – Guajará-Mirim como una pieza estratégica para una futura “rama norte” del corredor.
El Colegio de Ingenieros Civiles de Bolivia, por su parte, emitió un comunicado urgiendo una planificación nacional más coordinada y con visión logística de largo plazo.